Los profesores anuncian movilizaciones y llaman al boicot contra la Consejería

Los profesores anuncian movilizaciones y llaman al boicot contra la Consejería

Riopedre defiende la evaluación docente en un agrio debate en la Junta, y Valledor (IU) califica los objetivos de Educación de «mamarrachada y majadería»

El consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, libró ayer dos batallas al mismo tiempo y en lugar distinto. En la Junta General, su rifirrafe dialéctico con el diputado de IU Francisco Javier García Valledor se centró en los planes de la Consejería para la evaluación del profesorado en los centros docentes públicos. Ese profesorado estaba convocado a cinco minutos de allí, en el salón de actos del Instituto Alfonso II, para decidir movilizaciones contra el proyecto. Para empezar, habrá manifestación el próximo día 29 frente a Presidencia de Gobierno. Se habló de huelga, pero por el momento la cosa no llegó a tanto. La asamblea de profesores, unos 250, acordó pedir al colectivo docente que no colabore con los planes, por el momento de carácter experimental, de Educación.

El profesorado rechaza dos de los objetivos genéricos propuestos por la Consejería para este curso: el aumento de un 1% de aprobados y alcanzar el 70% de relación entre las familias y los docentes. En el primero de los casos, el representante de CC OO en la asamblea, Luis Fernández León, manifestó que «se está incitando a la pérdida de ética personal y profesional de los docentes». En el segundo, que «el objetivo de Educación lo único que consigue es jerarquizar los centros».

En la Junta General el tono del debate fue, como poco, confuso. García Valledor atacó con todo. Cuando mencionó los objetivos arriba descritos, se preguntó: «¿Pero a quién se le pudo ocurrir esta tontería, esta majadería? Ejerza su función, señor consejero, para evitar que mamarrachadas como éstas sigan adelante». Riopedre le contestó: «Usted tiene su visión de las cosas, respete por favor la de los demás. Su lenguaje no es de recibo». El Consejero explicó que «los centros tienen recursos suficientes para que un alumno, un solo alumno más entre cien, pueda lograr alcanzar los objetivos».

Desde los escaños del Partido Popular se le recordó al Consejero que «se aprueba porque se sabe, no por criterios numéricos de la Administración». Señaló García Valledor que el malestar entre los docentes y entre los directores de centros es evidente, una percepción que no tiene el Consejero: «Ese malestar no es lo que me transmiten a mí. Lo que pasa es que usted -en referencia a Valledor- sólo tiene información de los sindicatos». Riopedre recordó que «la LOE obliga a los directores de centros a colaborar».

Y es que los directores y los jefes de estudios están llamados a integrar la comisión que junto a un inspector educativo -que será quien la presida- deberá evaluar al personal docente para el seguimiento de la actividad profesional. «Más que evaluación es acreditación», matizó el Consejero, pero, al margen de consideraciones sintácticas, el desacuerdo es de fondo. Lo que para la oposición es un intento de «control político sobre profesorado y centros», para la Consejería «es un paso más hacia la mejora de la atención al ciudadano y la mejora de los propios centros educativos».

Los sindicatos convocantes de la asamblea de ayer pidieron abiertamente al personal docente que no cubra el llamado mapa individual de tareas y compromisos porque, en palabras de Luis Fernández León, «no podemos prestarnos a ser conejillos de Indias».

«Si se quiere mejorar los centros, que se bajen las ratios, que se pongan más recursos donde los resultados no son los deseables. Hoy mismo he podido ver una clase de Infantil de 5 años con 27 alumnos en el aula, y algunos con necesidades especiales».

En el debate de la Junta el diputado de IU García Valledor volvió a pedir a Riopedre que ponga en marcha la mesa sectorial. Asturias es de las pocas comunidades que aún no la tienen, pero lo más curioso es que todos se echan la culpa mutuamente de esta situación. «Los primeros comprometidos con la mejora de los centros son los docentes», señaló Valledor, y en eso parece que no existe discrepancia. Iglesias Riopedre lleva semanas tratando de explicar que los planes del aumento de un 1% en los alumnos que superen la ESO o el último año de Primaria sin asignaturas pendientes «no es pedir que se apruebe por aprobar, sino tratar de acercarnos a los objetivos europeos».

La tensión bajó de tono cuando hubo cambio de interpelación. El diputado popular Emilio Pérez Cueva le preguntó a Iglesias Riopedre datos sobre elacoso escolar en Asturias. «La situación no es para sacar pecho», dijo el Consejero, pero es cierto que los datos dan pie al optimismo. En el pasado curso se constataron 38 denuncias, un 45 por ciento de casos menos que en el curso anterior. Es en la etapa de Secundaria, con veintidós casos, donde más se dan las situaciones deacoso , que también afecta a Primaria, con once casos, y al Bachillerato, con tres. Lo sorprendente es que se registraron en el pasado curso dos casos deacoso en Infantil, es decir, en niños por debajo de los 6 años. En once casos hubo acoso físico y verbal.