Padres del instituto Sa Blanca Dona denuncian que aún no han empezado las obras del aula para discapacitados

IBIZA | MARTA TORRES Carmen Ribas, la madre de uno de los alumnos de la unidad con currículum específico propio (el aula especial para alumnos con alguna discapacidad o trastorno del desarrollo) del instituto Sa Blanca Dona ha denunciado que las obras de este espacio no han comenzado a pesar de que la delegada de la conselleria balear de Educación en las Pitiusas, Laura Carrascosa, les garantizó a los padres que estarían terminadas a principio de curso. Carmen explica que ha dejado de llevar a su hija de doce años al centro porque asegura que el espacio en el que están escolarizados de forma provisional los adolescentes «no cumple la normativa». Esta madre afirma que el aula «es pequeña». «Solo tiene 20 metros y en ella están cuatro estudiantes, la psicopedagoga terapéutica y las dos auxiliares», insiste antes de criticar que en estos momentos la especialista debe hacerse cargo en solitario de los alumnos, ya que las auxiliares «están de baja».
La nueva aula para estos estudiantes se ubicará en la antigua vivienda del conserje, que se jubiló el curso pasado. Los trabajos deberían haber comenzado durante el verano, sin embargo, aún no lo han hecho.
La madre explica que su hija podría haber permanecido otros dos años en el colegio Sa Blanca Dona, donde acudía hasta el curso pasado, pero aceptó cambiarla al instituto, como le correspondía por edad, «después de que la delegada garantizara el pasado mes de junio que las obras de la nueva aula estarían terminadas en septiembre». «El equipo de orientación nos aconsejó que todo el grupo pasara junto al instituto, para que hubiera los menos cambios posibles, y accedimos solo al saber que las obras estarían terminadas», añade.
Carmen Ribas explica que su hija comenzó las clases el pasado 15 de septiembre y que ese mismo día tuvo que ir a recogerla apenas unas horas después de dejarla en el instituto porque «se agobió en un espacio tan pequeño». Desde entonces, reconoce que no la ha vuelto a llevar al instituto, por lo que ella tampoco ha podido acudir a trabajar ya que tiene que cuidarse de su hija. Esta madre señala que ella no es la única que ha dejado de llevar a su hija al instituto. «Hay otros padres que también lo


Una de las madres ha dejado de llevar a su hija de doce años al centro porque asegura que el espacio no cumple la normativa. Critican que Educación les aseguró que en septiembre estaría terminado el espacio

han hecho», afirma. «Hay que pensar que se trata de adolescentes especiales, en los que a los problemas que ya tienen se suman en estos momentos los de la pubertad», añade.
La madre insiste en que Educación no le ha garantizado cuándo comenzarán los trabajos, de manera que teme que lo que debía ser una solución provisional se alargue demasiado. Por este motivo explica que ha solicitado que su hija pueda volver a estar escolarizada este curso en el colegio al que asistía el año pasado, pero afirma que le han dicho que no es posible. «Los últimos días he intentado hablar con la delegada, pero no ha sido posible, y en inspección me han dicho que me entienden, pero que no pueden hacer nada», lamenta.
Carmen Ribas asegura que no sabe qué hacer. No quiere llevar a su hija al instituto porque considera que el espacio en el que están no es apropiado, pero tampoco puede tenerla en casa de forma indefinida, ya que reconoce que no es bueno para ella. «Al no acudir al centro puede desarrollar un rechazo», insiste.

Yo soy minusvalido de 32 años, y también fui un acosado en la escuela, por el simple echo de tener una minusvalía física, mi calvario comenzó a entrar a QUINTO C, en el COLEGIO PÚBLICO JOSÉ LUIS VILLAR PALASÍ, eso fue el día 15 de septiembre del año 1989, todo comenzó 4 días después, cuando unas cuantas niñas de sexto, le dijeron a varios niños de primero, que se metieran conmigo, me decían cojo, o andaban cómo yo, me tiraban piedras, y demás, cuando terminé octavo, decidí no estudiar más, por lo me había ocurrido, y no pude sacarme el graduado escolar, al final me lo saqué en los frailes, pero aquella personas seguían metiéndose conmigo, así he estado soportando 20 años, y se lo tuve que contar a mi madre, porque también me querían meter en la droga, aquellos mismo, que se rieron de mí, sus nombres son, EMIÑIO GARCÍA DÍAZ, SAULINO MUÑOZ PASCUAL, DANIEL POSTIGO RUIZ, JUAN MARTÍN ABAD, y muchos otros.